En qué momento la luz del sol se vuelve naranja, a qué hora que no me doy cuenta. Sin duda es la luz mas linda para fotografiar y para quedarse pegada, mirándola y desafiándola. Es que a esta hora no hace doler mis ojos.
Y ya huelo a primavera, a aromo, a pasto verde. Un sábado precioso, y las cosas no siguen igual que siempre. La cabeza clarita, el pelo limpio, las ideas obvias inexistentes y las ganas de enamorarse de todo trayendo ese vestido hippie color púrpura de tres lucas.
sábado, 1 de septiembre de 2007
aquí me he
martes, 31 de julio de 2007
Bilbao.
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